En las vísperas de Halloween fui a
la casa de Joanne con su pequeño hijo Griffin, donde nos disponíamos a perforar
calabazas, pero yo le dije que prefería dibujar en su pie, ella me ofreció
papel y lápiz y yo le insistí de que fuera en su pie.
Para
mi sorpresa el pequeño Griffin también quiso ser parte de este cuadro plástico prestando
su pie y asid de esta manera yo poder contarles acerca de la ciudad de Chile
llamada Valparaíso. Esta ciudad tiene una infinidad de encantos y uno de ellos
es el descender por unos de sus más bellos ascensores, el ascensor Reina
Victoria, que nos lleva desde el cerro alegre hasta el plano de la ciudad.
En
el cerro alegre para encontrar este ascensor debemos introducirnos por el
pasaje Dimalow el cual esta lleno de colores por las fachadas de las casas que
lo conforman y de fabulosos murales, rematando en su recorrido en la plazoleta
Lucas, la cual nos invita a contemplar la ciudad acompañada del juego por sus
pasarelas y resbalines. Es ahí donde se encuentra el ascensor reina victoria
que nos lleva al plano.
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